También hubo una salida al río el lunes con la tarde, con algunos alumnos del colegio y con dos chicas del albergue...¡algunos se tiraban al río desde un puente de muchos metros de alto!
Comencemos con el balance de lo realizado:
1) El trabajo, sobre todo de Jose, en secretaría. Durante estos últimos días, se avanzó mucho en el diseño y realización de los carteles que ya figuran en las puertas de las aulas del colegio y la escuela, en los espacios comunes y las estancias de secretaría, sala de profesores...algunos de dichos carteles se terminaron del todo, pero no llegaron a colgarse durante nuestra estancia allí. Ahora sí que cuelgan a la entrada de todas esas aulas y algo de Jose está ya para siempre presente, físicamente, en La Bramadora...ya para esta semana, el trabajo de clasificación de los informes de los alumnos del colegio, en la nueva y reorganizada secretaría, había concluído, de nuevo sobre todo gracias a la labor de Jose.
2) El trabajo para la Escuela de Padres: Después de los esfuerzos realizados para organizar la primera sesión y buena parte de la segunda y de estar presentes en la primera sesión con el primero de los tres grupos de padres/madres, hay que decir que el segundo encuentro con los padres, del día 27 de julio, mircoles, se llevó a cabo sin Javier y fue todo magníficamente. Seguimos pensando que se necesita alguien más dinámico para supervisar y realmente "dinamizar" las sesiones, pues realmente los dos encargados de organizarlas tienen buenas ideas y muy buena disposición de ánimo, pero les falta algo de capacidad de comunicación, por su propio carácter. Creo que la directora del colegio, Mariate, que tiene precisamente ese dinamismo que se echa en falta, decidió que iba a estar presente en las diversas sesiones de la escuela de padres, lo que nos tranquiliza.
3) Se nos indicó la semana anterior, a los dos, que íbamos a dedicar el miércoles 27 de julio a un taller para dar un impulso fuerte a la elaboración o reelaboración de las Normas de Convivencia del colegio. Así que el miércoles lo dedicamos a dirigir las sesiones, entre nosotros dos y una representante dinamizadora de Fe y Alegría en Santo Domingo con los seis grupos de secundaria y bachillerato. A través de diversas dinámicas, cumplimos nuestro cometido. Buscaban, al invitarnos a dirigir estas actividades, que los alumnos se abrieran a expresar sus preocupaciones reales y los problemas que veían en el colegio, a tres personas desconocidas, externas a ellos y a su realidad. Y creemos que para esto sí que sirvió, aunque las opiniones expresadas por los alumnos en algún caso hicieran referencia directa a la fisura que desde el principio percibimos entre la directora y sus colaboradores y el vicedirector y sus seguidores...fisura que esperamos ambos que llegue a solucionarse algún día, más pronto que tarde, por el bien de los alumnos. En breves líneas: los seguidores del vicedirector no quieren cambios, quieren que todo siga como siempre ha estado y la directora quiere cambios, mejoras...aunque haya errores, considera que es mejor cambiar, intentar algo nuevo, aunque te equivoques en el intento, que permanecer siempre en lo antiguo, en el modo de hacer propio de Manabí, en el "es que siempre se ha hecho así"...
4) El taller de inglés se llevó a cabo sobre todo en el colegio, pero tuvo además 3 sesiones especiales en la escuelita, para alumnos de 11 años, de 7º de primaria, con excelentes resultados: entre Sandra y Javier les enseñaron los días de la semana, a través de una canción, los números, la forma de presentarse y de sostener una conversación muy elemental en inglés...lo cierto es que Javier no se lo pasó mejor en ninguna otra sesión que en estas tres sesiones con los niños de primaria, disfrutando intensamente de cada minuto con estas deliciosas criaturas...no lo olvidará jamás. Ya en secundaria, terminaron el jueves las sesiones del taller, con el parón del miércoles, que acabo de explicar. Posteriormente, entre el jueves y el viernes en La Bramadora y ya desde España, Javier entregó dos informes sobre el desarrollo del taller a la profesora Sandra y a la directora del colegio, en la que se expresaban conclusiones del tipo:
a) el trabajo oral de diálogos en situaciones de la vida cotidiana se trabajó con profundidad y éxito diverso según el nivel de partida de los grupos. Se alcanzaron los mejores resultados en 3º BACH, donde trabajamos un diálogo de presentación, un diálogo en una cafetería y un diálogo en una oficina de venta de billetes de autobús. En 2º BACH, se vieron los dos primeros diálogos pero no el tercero, lo mismo que en 1º BACH. Sin embargo, en 8º, 9º y 10º nos tuvimos que conformar con el diálogo de presentación, por falta de tiempo y sobre todo de nivel de partida de los alumnos de estos grupos.
b) Así mismo, trabajamos de forma lúdica, a través de canciones, en todos los niveles, la comprensión auditiva y la expresión oral, a través de canciones de lo más diversas, desde Michael Jackson hasta los Jonas Brothers, Boney'M y Gloria Estefan, debemos decir que con gran éxito.
c) Existe en el colegio y la escuela de La Bramadora un problema metodológico en inglés, un problema que no se debe a una falta de formación didáctica de la profesora, sino que es de tipo estructural: Los libros de texto de inglés proporcionados por el estado ecuatoriano son absolutamente NO-COMUNICATIVOS, no ayudan a que los alumnos se expresen en inglés en situaciones de la vida cotidiana, están llenos de contenidos descontextualizados y hasta absurdos. Falta, en general, en Ecuador, en la mayoría de los casos y en Fe y Alegría tambíén, formación en didáctica de segundas lenguas y también hay que reseñar que la competencia comunicativa en inglés de los profesores de inglés deja, en general, mucho que desear. Es decir, la formación de los profesores en la propia lengua inglesa y su modo de abordar la enseñanza, tiene muchas fallas. Esto no es un patrimonio de Ecuador, también se da en España, como sabemos, pero en Ecuador, además, los profesionales del inglés no tienen demasiadas oportunidades económicas de practicar el idioma y de mejorar su nivel de competencia: Los cursos que existen son demasiado caros y las estancias en el extranjero son prohibitivas para profesionales que, en el caso de Fe y Alegría, ganan normalmente en torno a 300 dólares mensuales...Becas, financiación de la formación continua por parte de Fe y Alegría, mejora de los salarios...son propuestas que hicimos en los informes, pero sabemos que no es fácil, que hay problemas mucho más urgentes que abordar. Ojalá fuera más fácil ojalá hubiera una solución fácil...de todos modos, la experiencia didáctica fue para Javier absolutamente extraordinaria y la reacción de los alumnos...¿dónde hay que firmar para tener en España alumnos con una actitud en general tan positiva y abierta al aprendizaje? Fue un placer enorme darles clase, contribuir en algo con este taller al arranque inicial del ejercicio de sus habilidades comunicativas en inglés. Ya en España, nos llegaron comentarios por facebook de alumnos agradecidos por lo que habíamos hecho...y esto nos llena de satisfacción...
...porque, si no mucho, algo sí que hicimos en estas semanas en La Bramadora, algo sí que pudimos aportar. Nos empapamos de lo que la experiencia nos aportó a nosotros, como si nos dijo en la formación desde el principio, pero también somos conscientes de que algo positivo también aportamos nosotros, que fue sobre todo un "recibir", pero también un pequeño y tímido "dar".
En la Casa-Hogar o Albergue de La Bramadora, lo que aportamos fue ayudas puntuales en las clases de apoyo a los alumnos durante las tardes, sobre todo en matemáticas -donde el bajo nivel de la enseñanza de esta materia nos permtió ayudarles más de lo que creíamos posible al principio-, inglés y más secundariamente en otras materias- pero aquí tenemos que afirmar tres cosas:
a) que hicimos y aportamos menos en el Albergue que en el Colegio, justo lo contrario de lo que en principio iba a ser nuestro cometido en La Bramadora. La directora del albergue, Lucía, nunca nos lo recriminó y se lo agradecemos infinitamente.
b) el mini-taller de alemán fue un pequeño desastre. El hecho de que ya estamos llevando a cabo un taller comunicativo de inglés en el colegio, se cargó el taller de alemán...eso y el hecho de que -salvo para dos alumnos del albergue, que mantuvieron la atención en las 4 sesiones de alemán que tuvimos por las noches y algo sí que aprendieron- el alemán en estas tierras es considerado como algo lejano y totalmente ajeno a sus vidas. Lo cual es cierto, pero sólo hasta cierto punto, debido a que existe ahora mismo bastante turismo alemán en este país, en número creciente además...no olvidar que la primera persona en casi completar el ascenso del volcán Chimborazo fue un tal Alexander von Humboldt a comienzos del S.XIX...la presencia alemana hay que rastrearla hasta esos lejanos tiempos...
c) los talleres de papiroflexia de Jose y nuestra presencia continua, intentando averigüar lo máximo posible acerca de sus vidas y necesidades, compartiendo las comidas y las tardes con ellos, nos acercaron mucho a los chicos y chicas del albergue, de los que sin duda, y aquí es totalmente cierta la afirmación, aprendimos y recibimos mucho más de lo que aportamos. Llegamos a desarrollar una relación muy intensa con los chicos, con algunos más que con otros. En concretamente, creo que tanto Jose como Javier conectaron más con los pequeños del albergue que con los mayores...Las visitas de los fines de semana a las familias de los chicos y chicas fueron, sin duda, la principal fuente de información sobre la vida real de todas estos chicos de comunidades rurales, pues pudimos comprobar cómo viven realmente, cómo es su día a día. De estas visitas ya hemos dado cumplida cuenta en entregas anteriores, pero ahora sólo queremos reseñar que, tras visitar una casa, la relación con los chicos y chicas cuyas familias visitábamos y con los chicos que nos acompañaban en las visitas, se volvía mucho más intensa y profunda.
Y comenzaron las despedidas, la primera con los chicos y chicas del albergue, el miércoles por la noche. Habíamos encargado en una pastelería del pueblo una tarta de despedida -fueron dos, al final- para todos los chicos y chicas y el personal del albergue. Recogimos esa tarde la tarta y compramos refrescos y golosinas para los pequeños...para todos, en realidad, pues los caramelos gustan, aquí y en Ecuador, a todas las edades. Los chicos habían preparado y decorado el aula de estudio / biblioteca para la ocasión. En esta primera sesión de despedida, les mostramos las fotos de toda nuestra experiencia hasta ese momento (las carcajadas fueron mayúsculas) y luego les regalamos a cada uno de los chicos y chicas, 2 ó 3 fotos que habíamos revelado, de las decenas de fotos que les hicimos y que sobre todo ellos mismos hicieron con nuestras cámaras. La selección de dichas fotos nos había llevado casi un día entero y fue ardua, en algunos casos por tener demasiadas fotos de un chico en cuestión, en otro casos por justo lo contrario. A continuación, nos imitaron dos chicos -dos hermanos- a Jose y a mí, con una media en la cabeza, para remedar nuestra calvicie...fue un momento hilarante y no paramos de reír...luego nos hicieron hablar...y corrieron las primeras lágrimas de estos días, pues en ese momento nos percatamos de lo próximo que estaba el final...Javier se "reconcilió" con Flor Marina, una chica estupenda del albergue con la que tuvo un "juego" verbal que duró semanas. En fin, fue un momento bellísimo, que terminó partiendo la tarta -también tuvo Javier aquí su primera celebración de cumpleños pues cumple el día 30 de julio- jugando con los alumnos a lo bestia y bailando hasta al menos las 11 de la noche (algo inaudito en el albergue y también para Jose, nuestro bello durmiente)...ah, se nos olvidaba...el sacerdote católico de La Bramadora se pasó por allí y nos hizo a los dos sendos regalos...todo un gesto por su parte...
Llegó el jueves 28 y, aparte de finalizar el taller de inglés y todas las demás actividades en el colegio, nos estaba reservada una sorpresa, la que finalmente consiguió que rodaran las lágrimas de ambos...reunieron a los alumnos en el patio para darles una información (el viernes no iba a haber clase, pues el claustro de profesores iba a tener una convivencia en el albergue para evaluar las sesiones del miércoles sobre el plan de convivencia del centro) y entonces dos alumnos nos dieron a Jose y a mí una preciosa camiseta de Fe y Alegría Ecuador, nos dirigieron unas palabres (en español a Jose, en inglés a mí, con la ayuda de Sandra, la profesora de inglés), la directora del colegio también habló y por último, nosotros dos...finalmente, nos cantaron todos el himno de Manabí y para terminar cantamos todos, Jose y yo incluidos, de pie en fila con los alumnos, el precioso himno de Fe y Alegría...fueron unos momentos bellísimos, en los que realmente comprendimos que realmente esta era gente especial, aún sana, aún no del todo corrompida por la vorágine consumista que todo lo ahoga entre nosotros. Los íbamos a echar de menos...y mucho, como de hecho así está siendo (esto lo estamos escribiendo a día 29 de agosto, un mes después, ya en la comodidad relativa de nuestras vidas)...
Al mediodía, tuvo lugar el almuerzo de despedida con todos los profesores, en un restaurante cercano al colegio, donde comimos un maravilloso ceviche costeño ecuatoriano, a base de pescado y camarones...una delicia, un plato exquisito que sólo en ocasiones muy especiales puede ser elaborado y consumido, por el precio excesivo de sus ingredientes...aún lo paladeamos al recordar el momento. Fue un almuerzo agradable, aunque incluso en él se percibía claramente la división en el equipo de profesores...que ya comenté antes.
Por la tarde, ya de regreso en el albergue, los chicos y chicas que se quedaron hasta el viernes y nosotros tuvimos momentos de compartir en el que se sentía ya el final, pues también aprovechamos para preparar las maletas...y cenamos algo difícil de describir...bueno, no tan difícil de describir como de masticar y morder: no era pollo, era gallo...y gallos muy duros y musculosos, a decir verdad, gallos de la casa-hogar cuyo momento había llegado. Parece mentira que lo que para nosotros era difícil (especialmente para Javier) para ellos era pan comido. Por la noche tuvimos un encuentro de evaluación de nuestra experiencia con Jose Mingo, el flamante recién nombrado Vicedirector de Fe y Alegría Ecuador. Expresamos entre los dos los aspectos más destacados de nuestra experiencia y abordamos el tema de los grandes retos que en estos momentos tiene que afrontar Fe y Alegría en este país. Estuvimos hasta las tantas de la mañana del día siguiente...
El día siguiente, viernes 29 por la mañana, Javier se había comprometido a impartir una clase en 7º de primaria, en la Escuela La Rayuela, que ese día no interrumpía sus clases. Así lo hizo y confirmó una vez más la delicia que suponía dar clase en ese grupo de edad...
y, al regresar, nos esperaba la última despedida: esta vez, con Mingo presente, los profesores nos hicieron entrega de dos regalos (una reproducción de una "ranchera", el autobús sin ventanas propio de Manabí y un pin con el corazón de Fe y Alegría) y nos dedicaron unas palabras de despedida. Se lo agradecimos mucho, pero no llegó al nivel emotivo de la fiesta en el colegio el día anterior, desde luego, aunque fue bonito también. También hablamos los dos, la directora, Mingo y varios de los profesores...y dimos cuenta de la segunda tarta que habíamos reservado para ese día...de nuevo se le cantó el cumpleaños a Javier (segunda celebración del cumpleños...no iba a ser la última...¡jeje!).
Y llegaba el momento final en La Bramadora, en la Casa-Hogar...ultimamos nuestras maletas y dijimos adiós a Lucía, la directora del albergue a la que queremos mucho y a los chicos y chicas que aún permanecían en el albergue...fue un momento doloroso, de nuevo lleno de lágrimas. Recordamos la cara de Vinicio, uno de los chicos que más se hizo querer, acercarse a la ventana del carro a despedirnos...y esa imagen permanece un la retina aún transcurrido un mes...partíamos ambos con Mariate, la directora del colegio, a Santo Domingo y de ahí a Quito...al día siguiente partíamos en nuestra única experiencia de turismo del viaje: la excursión a Cuenca, que compartimos los tres...
¡Cuántos recuerdos de esta última semana! Algunos de los chicos más pequeños del albergue, nos dedicaron -los descubrimos en el avión al salir de Ecuador- unos vídeos que habían grabado con la cámara de Javier, unos vídeos de despedida...no podemos evitar llorar al volver a verlos ahora. ¡Cómo los echamos de menos, Dios!
Jimena
Flor Marina
Vinicio
que bellos recuerdo
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